Para estar en perfectas condiciones, un piano de buena calidad y de uso doméstico necesita de 1 a 2 afinaciones y revisiones de los elementos mecánicos al año. Cuanto más intensivo sea el uso, necesitará un mantenimiento más frecuente. Así se logra que los cambios en la tensión de las cuerdas sean mínimos y garantiza una afinación más estable a lo largo del tiempo. La afinación consiste en ajustar la tensión de unas 220 cuerdas para que suenen en equilibrio (afinación temperada). También se considera correcta cuando la nota “A 4” (LA central) esté afinado a la altura de 440 vibraciones por segundo (440 hertzios). Los instrumentos nuevos o recientemente encordados o que tengan el clavijero en mal estado deben ser afinados más a menudo (recomendable 3 - 4 veces al año, dependiendo de la calidad del instrumento). Esto sucede porque las cuerdas nuevas se estiran un poco antes de alcanzar la longitud definitiva.
Si el cuidado del piano ha sido abandonado durante demasiado tiempo, las cuerdas habrán perdido demasiada tensión y el tono dado por cada nota estará muy por debajo del que debería. En estos casos hay que proceder con una subida de tono para que el conjunto de las cuerdas se estabilice a la altura debida. Este proceso conlleva el aumento de la tensión de todas las cuerdas un poco por encima de sus frecuencias naturales y, una vez transcurridos algunos días para que se asienten, ya afinarlo a sus frecuencias correctas. En casos excepcionales de instrumentos demasiado fuera de tono, es posible que se requiera una tercera o, incluso, una cuarta afinación.
Se necesita más mimo y tiempo en preparar un piano que vaya a realizar un concierto profesional. Asimismo, si el piano va a tocar junto a vientos metales es recomendable subir el La central a 441 - 442Hz. para que sus tonos queden mejor conjuntados. O, incluso, fijar este entorno a los 432Hz. si se va a tocar piezas románticas y se quiere conseguir ese tono "ocre" propio de la época. También se ofrece la posibilidad de afinar en temperamentos históricos desiguales. Tales como el temperamento Werckmeister III, temperamento Bach-Lehman, etc.
El ajuste de la mecánica del piano para obtener las condiciones en las que ha salido de la fábrica es la regulación. Esta consiste en ajustar las partes de la mecánica: equilibrar el teclado, escapes, macillos, apagadores, pedales, etc. La regulación también varía no sólo por el desgaste sino también porque la madera se contrae y se expande constantemente bajo influencias climáticas. La frecuencia con la que un instrumento necesita atención especial depende de varias cosas: cuanto más antiguo es el instrumento y cuanto más se utiliza necesita mayor mantenimiento.
Ya sea por el uso o por el paso del tiempo, todas las piezas se terminan desgastando y deteriorando. Desde las pequeñas clavijas de metal hasta el fieltro pasando por los apagadores, atrapadores, básculas, etc. Todas estas cosas deberían ser revisadas en una reparación más profunda. Cada piano es un mundo y se desgastará de forma diferente. Por ello, qué haya que reparar dependerá, entre otras cosas, de la edad y del estado del mismo. En base a qué se tenga que arreglar concretamente, el trabajo puede durar desde algunas horas hasta varias semanas, incluso. Si el instrumento se lo merece, se podría decidir cambiar todas las cuerdas, macillos, apagadores y clavijas, etc. Una operación de este calibre puede costar mucho pero después el piano sonará como nuevo. El coste depende de cada caso concreto. Es preciso estudiar el instrumento en profundidad y hacer un presupuesto.
A la recuperación del sonido y carácter original de un piano se le llama entonación. Con los años el fieltro de las cabezas de los macillos se va endureciendo y deteriorando, lo que acaba produciendo un sonido más metálico y estridente. Por ello los instrumentos tienen que ser entonados después de cierto tiempo. Los macillos pueden ser retocados si se han aplanado o si las cuerdas han hecho surcos profundos en ellos. La manera de entonar los macillos es aflojar el fieltro pinchándolo con agujas y/o eliminando la capa más superficial. Llegado el caso, si están excesivamente deteriorados por largos años de uso, podría ser necesario cambiar todo el juego de macillos. Tras un cambio de macillos y una buena regulación el piano sonara como nuevo.
Las tasaciones y valoraciones de un piano se realizan en función de la marca y modelo, estado y antigüedad. Pueden consistir en un simple asesoramiento a la hora de adquirir un piano nuevo o de segunda mano. O bien, en un exhaustivo informe de tasación que contenga todos los datos relevantes sobre el instrumento en cuestión. En ambos casos implicaría desplazarme hasta la situación del piano para poder comprobar su funcionamiento, sonido y demás particulares relevantes
En un informe completo de tasación se incluirían datos como:
Hablen conmigo para fijar un presupuesto por la tasación o asesoramiento.
Es necesario el encerdado del arco a intervalos regulares de tiempo. El roce de las crines con la cuerda, proceso en donde se produce la vibración de la cuerda, genera un desgaste del encerdado. La respuesta de las cuerdas disminuye de forma acelerada una vez las crines se hayan “consumido”. La aplicación de un elevada cantidad de resina sin mejora en respuesta del sonido es un indicador claro para el momento de la renovación. En general, se puede decir que cuanto más toca el músico su instrumento, más frecuentemente necesita un nuevo encerdado del arco. Músicos profesionales y estudiantes suelen dar su arco a encerdar cada 4 o 12 meses. Trabajo con las mejores crines de Mongolia, seleccionadas a mano para garantizar un encerdado de alta calidad. AHORA TAMBIÉN EN DIFERENTES COLORES, para personalizar totalmente el arco.
Muchas veces no basta solamente con encerdar el arco. Todos los arcos que reciben nuevas crines son examinados en su funcionalidad. Se examina la mecánica, la vara y el talón; lo que es necesario para asegurar la fiabilidad del arco hasta el próximo encerdado. Para la salud del arco a veces es necesaria una nueva placa, un cambio del cuero y/o del hilo, o, incluso, enderezar el propio arco.
Para convertirse en un gran intérprete y músico (o simplemente para poder disfrutar en su totalidad de este instrumento) un alumno de piano debe de aprender e integrar entre sí diferentes materias y aspectos de la música y de la técnica pianística. Desde el solfeo más básico, la lectura de partituras y las primeras piezas con las que familiarizarse con el piano y su mecánica, hasta el análisis y comprensión de la armonía funcional, pasando por técnicas de arreglo, imitación de estilos, etc. Las clases se adecuarán al nivel del alumno en todo momento, haciendo hincapié en aquellas cuestiones que más se desconozcan y avanzando al ritmo que le sea más conveniente o que se exija a sí mismo. También se pueden enfocar a aprender aquellos estilos que más le gusten (Clásico, Blues, Rock, etc).Las clases se pueden impartir en mi propio domicilio, situado en Valdetorres de Jarama (donde cuento con un piano de cuarta cola de fabricación rusa para ello), en el domicilio del alumno (siempre y cuando tenga un instrumento apropiado para ello), o, incluso, vía Skype para aquellos casos en los que no se pueda salvar la distancia.
Podemos ver juntos que metodología se amolda mejor a sus necesidades y expectativas.